4.7.12

Su sabor

Y en ese momento comete el gran error: recuerda que ha olvidado recoger las cartas del buzón y me pide que espere en el apartamento mientras baja a por ellas. Solo. La segunda vez que estoy aquí y me deja solo en su apartamento.  En cuanto se cierra la puerta corro a su dormitorio, con el corazón desbocado y miro todo ávidamente. Abro el armario y cotilleo en los cajones, saco las bragas y las huelo muy fuerte. Jabón de lavadora. Debajo de las camisetas, una caja de preservativos hace que tense desafiante el pantalón. Me apresuro a dejar todo como lo he encontrado y cuando ya salgo del dormitorio me toca el premio: sobre la mesilla, sin que me haya percatado al entrar, se alza, totémico, el consolador. Me acerco de un salto ya se escucha el ascensor ascendiendo de nuevo lo lamo con depravación, y vuelvo al salón. Cuando ella entra en casa le sonrío con su sabor en la boca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario